La semana pasada tuvimos el kickoff de nuestro podcast y lejos de «sufrir» el proceso, la verdad es que lo hemos disfrutado mucho. Ha sido un agradable recordatorio de que vale la pena vivir cada día como una nueva aventura, ¡porque lo es!
Enfrentarnos a nuevos retos con una actitud positiva y de apertura, ayuda mucho a sobrellevar la situación, porque es el proceso y no el resultado, lo que nos ayuda a descubrirnos a nosotros mismos.
Una de las preguntas que aprendí a hacerme antes de empezar algo nuevo es esta: «¿Qué es lo peor que puede pasar?»
Y con esa consideración hecha, cualquier otro resultado era bueno, de hecho, era mucho mejor que el peor escenario, ¿estamos de acuerdo?
Funcionó para mí. Durante mucho tiempo este ejercicio funcionó para correr riesgos y saltar a lo que consideraba «el vacío,» sabiendo cuál podía ser el golpe que podría darme.
Sin embargo, hoy por hoy, la pregunta que me hago antes de empezar un proyecto como este podcast, es: «¿Qué es lo mejor que podría pasar?»
La sensación cambia. La acción se realiza con esperanza y con emoción. Deja de ser un salto al vacío y se convierte en una aventura, en un viaje -literalmente- de descubrimiento personal y profesional.
Así que sea lo que sea que quieras hacer: empezar un nuevo negocio, dejar tu trabajo en el mundo corporativo y dedicarte a dar clases de tu especialidad, retomar tus estudios o reinventarte, ¡HAZLO!
Pregúntate lo que prefieras, imagina lo que te espera y da el paso que sigue. Roma no se hizo en un día. Así que un paso a la vez. Un día a la vez. Una tarea a la vez.