Agile no es algo «que haces,»​ es en lo que te conviertes

Imagen: Pixabay

Aprender, practicar y enseñar metodologías ágiles es una de las cosas más divertidas, emocionantes y apasionantes que hago.

En SCRUM y KANBAN encontré las estructuras ideales para coordinar y dar seguimiento a LO QUE SEA y fluir en los procesos sin angustias ni sufrimientos. Una vez que aprendes agile, va más allá de la parte profesional. Permea en tu vida personal, porque es fácil y te ayuda desde la raíz -desde tu sistema de pensamiento- a abordar las situaciones de forma distinta.

Y cuando eres freelance y te ocupas de cinco a seis proyectos de forma simultánea, de verdad necesitas herramientas y un nuevo mindset, que te ayuden a estar al día con todo, a avanzar en todo y a entregar en tiempo y forma.

Me encantaría decir que en la escuela -al nivel que sea- aprendes a «organizarte» pero no es así y la vida profesional no es tan diferente que digamos…

Te llenan de tarea desde las 7:00am / 8:00am, te dicen que tienes que hacerlo todo para el día siguiente y la lista de tareas se acumula hasta que sales de clases. Comes agotado y «apenas empieza» la tarde para hacer tareas. El volumen de trabajo depende del nivel escolar y sin embargo, mis recuerdos de pequeña son de mucha tarea todos los días, como si MÁS tarea se igualara a MEJOR aprendizaje, pero eso no es cierto. Lo sé como alumna que fui y como ex docente universitaria. 

Así es el sistema. Ok. ¡Pero no es el único sistema!

Cuando descubres que un proyecto puede «realizarse» en distintas entregas y que puedes manejar los tiempos a tu antojo para llevarlo a cabo de acuerdo al deadline con el mínimo de correcciones, es magia pura. Eso te da oportunidad de darle seguimiento de la misma manera a los otros proyectos que tienes.

Cuando descubres que el trabajo en equipo DE VERDAD PUEDE SER TRABAJO EN EQUIPO, que el seguimiento de cada uno de los involucrados puede ser automático, en tiempo real y que sin necesidad de que algo salga mal puedes detectar que el proyecto va retrasado en cierto punto, ya es una gran ventaja. Pero si además puedes entrar al quite para resolverlo antes de que sea demasiado tarde, desbloquear lo que estaba retrasando el proyecto y dejar que el trabajo siga su curso, es de verdad maravilloso.

¿Hay algo mejor? Siempre te sientes tranquil@ y segur@ de que todos los proyectos están al día y ves con claridad cómo van avanzando.

Así que el drama se queda en el pasado. Comes a tiempo, terminas de trabajar a tu hora y tus fines de semana son para descansar. Eres agile!! Y tienes una buena calidad de vida.

Lo digo y lo sostengo: Agile no es algo «que haces,» es en lo que te conviertes.

LVM / Asesora de alineación para mejorar la productividad

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