Celebra todos tus logros.

Cada paso es un avance.

Imagen: Pixabay

Durante las semanas recientes hicimos un ejercicio de observación y descubrimos algo muy interesante:

Sin importar LO BIEN que alguien haya hecho las cosas, lo primero que ve esa persona, es lo que no hizo, lo que le faltó.

Cada vez que alguien lograba algo y recibía una felicitación, un comentario positivo o un reconocimiento de un compañero de equipo, la respuesta era similar: «Gracias, pero le falto tal cosa» o «Gracias, se hizo lo que se pudo»

¿Te reconoces diciendo algo así?

¿Te ves detectando «lo que te faltó para que fuera perfecto»?

Pues bueno, esa modestia que nos inculcaron en todos lados: casa, escuela, jefes, etc. Es inútil si lo que quieres es fortalecerte como persona y como profesionista.

Lo he visto en mis equipos de trabajo. Paso a paso han ido aprendiendo a «dejar la modestia» a un lado y a aceptar ¡que son buenos en su trabajo!

Han aprendido a celebrar cada logro por pequeño que parezca y a reconocerse a sí mismos -primero por un instante y después de forma más constante- que son brillantes, que son buenos, que saben lo que hacen, ¡que son valiosos en el team, muy valiosos! Y por lo tanto, que son individuos muy valiosos.

Ya sea que trabajes en una organización o por tu cuenta, que estés pensando en cambiar de empleo, terminando la carrera, un diplomado o empezando a estudiar, reconoce tus logros. Siempre. Todos son importantes.

Por supuesto, hay unos más evidentes o impactantes que otros y sin embargo, esos que consideras «más importantes,» son la suma de todos los pequeños logros que fuiste cosechando paso a paso.

Somos seres orgánicos en constante evolución. Todos los días aprendemos algo, aplicamos algo de lo que aprendimos recientemente, tomamos decisiones, enfrentamos algún temor, resolvemos alguna preocupación que teníamos, empezamos un nuevo camino, buscamos alternativas, etc.

Todos los días están llenos de logros. Aprende a reconocerlos.

¿Y lo mejor de todo? Es más que suficiente con que tú te lo digas a ti mismo, con que tú lo veas.

Porque la opinión más importante, es la que tienes de ti mismo.

LVM / asesora de alineación para mejorar la productividad.

El significado de ser feliz.

Foto: Pixabay

Hace poco, en una conversación, le decía yo a un amigo: «Lo que decidas está bien mientras seas feliz» y su mirada al escuchar esto fue triste, igual que su respuesta: «la felicidad es muy subjetiva y difícilmente se logra alcanzar»

Me parece que el significado de la felicidad efectivamente es distinto para todos y sin embargo, creo que es alcanzable cada día.

Si bien para algunos no es un estado de ánimo permanente, es posible que lo logren por momentos, en pequeños instantes que iluminan su día y que por una u otra razón, no se dan cuenta de ello.

Así que la propuesta de este post es hacer un breve análisis de lo que te hace sentir bien.

¿Una charla por teléfono con tu hermana?

¿Un café caliente a media tarde con galletas?

¿Ver la lluvia y disfrutar del olor del pasto mojado?

¿No tener más video llamadas por la tarde?

Sea lo que sea que te haga sentir bien, detéctalo. Ese es el primer paso. Esos pequeños gustos nos hacen sentir bien, «nos hacen felices» y entonces, cuando los sumamos, nos damos cuenta que el día ha tenido más momentos buenos de los que pensamos y que la vida es fluir con las situaciones que se presentan y encontrarle lo bueno a cada una de ellas.

Creo que este libro de Bertrand Russell puede ser útil y divertido en este proceso de buscar la felicidad.

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Imagen: Amazon México
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