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Pienso que el reto más grande al que nos enfrentamos los freelancers y/o los emprendedores es la motivación en días -y a veces- en temporadas complicadas.
Hay momentos en los que de verdad el cansancio físico y mental es indescriptible, los procesos y las fechas de entrega son el acicate y los temas económicos son “la cereza” en el pastel.
Y uno mira a su alrededor y se pregunta: ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Esto va a mejorar? ¿Valdrá la pena tanto esfuerzo?
La respuesta a las tres preguntas es SÍ. Rotundo y absoluto.
Cuando crees en tu proyecto, cuando has rebasado los meses de “emoción” por empezar algo nuevo y has superado obstáculos de todo tipo, cuando te vas a la cama pensando en cómo hacer mejor lo que hiciste hoy y se te ocurren ideas todo el tiempo, sabes que estás en el camino correcto.
La parte más difícil de emprender y/o de ser freelance es perseverar.
Seguir pase lo que pase. Tomar descansos y a veces reducir la velocidad, pero seguir con el objetivo en la mira.
ESE es el reto. No los obstáculos en el camino. Eso son pequeñas pruebas de la vida para saber si en verdad queremos lograr nuestro proyecto o si solamente es un capricho, una ocurrencia.
No hay nada específico que nos pueda motivar a todos por igual. Universos distintos enfrentando momentos de vida diferentes.
Cada uno sabemos lo que necesitamos para recuperar el aliento y seguir adelante: un café con una amiga, un paseo, un abrazo, ver jugar a tus hijos, un baño relajante…
Sea lo que sea hazlo. Tómate un break y haz lo que sea necesario para recuperar tu motivación. La vas a necesitar en el siguiente problema a resolver.
Y no te des por vencid@. Si visualizaste ese proyecto, es porque puede ser realidad.
Feliz día!!