La necesidad de una buena vida.

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No hay estrés «positivo,» no existe.

Así que ya puedes dejar de decirte esa mentira que te has dicho por años.

Lo que llamas estrés positivo es un boost de adrenalina que te hace ir de cero a cien, que te llena de «energía» y que te pone los nervios de punta, así que eres más receptivo a todo, reaccionas rápido y tus niveles de concentración casi son como superpoderes.

¿Sabes lo que te está pasando en realidad? Estás en modo alerta. Todo tu organismo está al borde de su capacidad, la adrenalina corre por tu sistema y por supuesto que estás más atento a todos los detalles y tus niveles de concentración son muy elevados. Tu cuerpo se siente amenazado y está reaccionando acorde a ello. Estás buscando sobrevivir en el más básico de los sentidos.

Cuando alguien en un equipo me dice que «trabaja mejor bajo presión» me queda claro que se ha habituado a ello y que sin darse cuenta, es adicto a las descargas de adrenalina porque así funciona mejor.

A corto plazo parece divertido y útil, de hecho, ¡parece muy útil! Ir de cero a cien en unos segundos y resolver en un dos por tres el bomberazo que se presentó, hace que uno parezca super poderoso. Funciona. De momento.

El punto es que el estrés se acumula en el organismo, que esas descargas de adrenalina te dejan completamente exhausto y que para nivelar, es muy probable que consumas más cafeína de la que te puedes imaginar «porque sin café no eres tú, no funcionas.»

A mediano y largo plazo es donde viene el golpe: enfermedades estomacales como colitis nerviosa, gastritis o úlcera. El sistema nervioso colapsa con cualquier cosa y te vuelves intolerante a todo y a todos, porque ya no puedes más. Dolores de cabeza, cansancio extremo… Burnout. Estás quemado por completo, física, mental y emocionalmente. Así que tu trabajo ya no es tan emocionante, ya no disfrutas lo que antes te apasionaba.

Si tuviéramos claro desde que empieza el día, cuál es la prioridad, todo sería distinto: Una buena vida. Esa es la prioridad.

Hacer tu trabajo con gusto, saber que eres capaz de resolver lo que se presente y que todo es importante en su justa medida.

Comer a tus horas, descansar, disfrutar media hora de siesta y pasar un rato con la familia o la pareja son momentos invaluables que te fortalecen y que hacen que disfrutes más lo que haces.

Por eso disfruto ser Agile y ayudar a los equipos a ser Agile. Porque en el proceso de alineación, descubres cómo establecer prioridades, cómo trabajar mejor -no más- y paso a paso te vas dando cuenta de lo que en verdad importa: Tú, tu vida.

El wellness de los equipos y de las personas es lo que me mueve, porque sé exactamente lo que significa vivir en lado del estrés y colapsar. Ya estuve ahí y es muy complicado.

Así que dime: ¿Cuáles son tus prioridades en la vida? ¿Hace cuánto que no las revisas o las replanteas?

Hoy es un buen día para empezar.

LVM / Asesora de alineación para mejorar la productividad.

Responsabilidad.

La capacidad de responder.

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De acuerdo con la RAE la responsabilidad es la capacidad en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.

Ahora, cuando llevo esto al escenario con mis clientes de Agile y empezamos a trabajar en las responsabilidades de sus colaboradores, les sorprende darse cuenta que a veces son ellos, como directores, team leaders o coordinadores, los que juegan el rol de «obstáculo» para que el equipo asuma sus responsabilidades.

Tu equipo -que cabe mencionar está contigo porque ya pasó los filtros necesarios para determinar si tiene el perfil y la capacidad para formar parte de la organización- tiene la capacidad de responder. El punto es que NECESITAS dejar que lo haga.

Asignar tareas o proyectos forma parte del día a día, de acuerdo. Y cada solicitud tiene fechas de entrega muy precisas en la mayoría de los casos, también de acuerdo, así que entonces el siguiente paso es confiar en la capacidad de responder de tu equipo.

Porque asumo que todos están en la misma frecuencia y tienen la misma agenda ¿cierto?, así que es obvio que ellos saben sus tareas y las fechas de entrega. Entonces, ¿qué te parece si dejas que se organicen de la mejor manera para ellos y permites que te demuestren de lo que son capaces?

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La mayoría de las veces, mis clientes se sorprenden de lo que su equipo es capaz de hacer cuando confían en ellos: Abrazan las tareas y la responsabilidad de una manera impresionante y lo que normalmente escuchamos como «se pusieron la camiseta» no es otra cosa que la respuesta a la confianza depositada en ellos por parte de los directores, coordinadores o team leaders.

Si le asignas una tarea o un proyecto a alguien y lo haces responsable de ello, es porque confías en su capacidad de responder.

Y si te asignan una tarea o un proyecto, ¡es porque confían en tu capacidad de responder!

Así que este es un buen principio para ambas partes para demostrar la confianza y la capacidad de responder ¿no te parece?

Y si lo que te preocupa la visibilidad de los avances del proyecto o quieres saber en tiempo real en qué está cada uno de los integrantes de tu equipo, eso tiene solución. Déjame ayudarte a encontrar la metodología ágil ideal para ti, para tu organización y tus equipos de trabajo.

LVM / Asesora de alineación para mejorar la productividad.

Un día sin redes…

Y cómo Slack nos permitió seguir trabajando.

La comunicación entre los equipos es la columna vertebral de cualquier industria. Sin importar a lo que te dediques.

El día de ayer (4 octubre 2021) con la caída de WhatsApp, Facebook, Messenger e Instagram, muchos equipos de trabajo sufrieron un impasse importante.

Es cierto, el mundo «no se termina» si no tienes WhatsApp a menos que tengas ahí alojados a todos tus equipos de trabajo en varios grupos. Entonces literalmente, el mundo «apenas empieza a ver la luz» porque hay que encontrar alternativas de comunicación para que todos estén alineados. Muchos «regresaron» a los mails para establecer las reglas del juego del día y otros extendieron sus calls en Zoom para lo mismo.

Afortunadamente esto no es algo que suceda a menudo, pero la pregunta es ¿qué aprendimos de esto?

Cuando trabajo en la alineación de equipos para elevar la productividad, una de mis primeras recomendaciones es:

«Bájalos de WhatsApp. Deja que lo utilicen solamente para temas personales. Vamos a subirlos a una plataforma de trabajo que les brinde la oportunidad de separar las cosas mental y emocionalmente» y regularmente sugiero Slack.

Funciona con canales para que cada equipo tenga su espacio de comunicación, se pueden adjuntar archivos desde Drive o desde la compu, tiene mensajes privados, se le puede dar respuesta a los hilos de conversación, las notificaciones son en tiempo real y tienes a la mano todo lo que puedes necesitar para el seguimiento y la conclusión de un proyecto.

La versión Freemium funciona perfecto para equipos pequeños, con 10 mil mensajes consultables, 10 aplicaciones e integraciones video llamadas individuales y autenticación de dos factores, permite el acceso a las funciones básicas de Slack.

Así que después de lo que viviste con tus equipos y que seguramente resolviste muy bien con mensajes de texto, llamadas, mails y video calls más largas, quizá sea buen momento de buscar una alternativa para coordinar a todos tu equipos y no depender de WhatsApp.

A mí me gusta Slack y ayer nos permitió trabajar ininterrumpidamente, como todos los días.