Los Cuatro Elementos del Talento

Imagen: Pixabay

Hay algo que en Sum Of Talents hemos observado durante los años que llevamos escribiendo sobre los talentos, conviviendo con ellos y entrevistándolos:
El talento no es una lista de habilidades.
Es una forma de existir.
Un modo de moverse en el mundo.

A lo largo de estos años, viendo a cientos de personas crear, fracasar, empezar de nuevo, reinventarse y, finalmente, florecer, detectamos un patrón que se repite con precisión… pero que nadie parecía notar… Hasta hoy.

Todo talento se expresa como un elemento.
Aire. Agua. Tierra. Fuego.

Cada elemento es un ritmo, un modo de reacción, una estructura interna.
Y cuando lo ves, lo ves.
Cuando entiendes el tuyo, todo hace clic.

Aire

La mente que conecta puntos que otros no ven.
Ideas rápidas, visión amplia, intuición estratégica.
Su don: abrir posibilidades.

Agua

La sensibilidad que lee emociones, energías y matices invisibles.
Empatía profunda, escucha fina, orientación humana.
Su don: transformar.

Tierra

El orden que sostiene, construye, organiza, consolida.
Método, estabilidad, estructura.
Su don: hacer que algo exista de verdad.

Fuego

La fuerza que inicia, enciende, lidera, empuja.
Impulso, valentía, determinación.
Su don: mover al mundo.

No son personalidades.
No son “estilos” de trabajo.
No son tests predefinidos.

Son la raíz de cómo tu talento respira.

Y cuando entendemos nuestro elemento, dejamos de forzarnos a encajar en modelos ajenos y empezamos a trabajar desde nuestra esencia.
Dejamos de exigirnos ser “todo”, porque comprendemos lo que ya somos.

Y algo más:
Todos podemos aprender de los otros elementos… pero nacemos con uno dominante.
Ese es tu eje.
Tu centro de gravedad.
El inicio de tu claridad.

Este post es la puerta de entrada.
Porque antes de hablar de tu negocio, de productividad, creatividad o estrategia, hay que responder la única pregunta que realmente importa:

¿Cuál es tu elemento?

Cuando lo descubras, todo lo demás tendrá sentido.


🜁🜄🜃🜂 Test: Tu Ritmo Natural de Talento

¿List@ para responder este test y saber qué tipo de talento eres?

¡Ve por papel y pluma para que empieces a responder ahora mismo!

Elige la opción que mejor describe tu manera real de funcionar, sin pensar demasiado.

1. Cuando te llega una idea, suele ocurrir…

a) De golpe, como un destello.
b) Después de sentir o procesar una situación.
c) Cuando estoy organizando o pensando con calma.
d) Cuando la urgencia o la emoción me activa.

2. En un proyecto nuevo, lo primero que hago es…

a) Imaginar posibilidades y enfoques.
b) Conectar con la intención detrás de ese proyecto.
c) Ordenar lo que sé y definir pasos.
d) Buscar cómo arrancar ya mismo.

3. Cuando converso con alguien, mi modo natural es…

a) Explorar ideas o perspectivas.
b) Escuchar el fondo emocional.
c) Clarificar lo práctico.
d) Ir directo al punto.

4. Si algo cambia en el plan, yo…

a) Encuentro otra manera creativa de hacerlo.
b) Siento el impacto y necesito acomodarme internamente.
c) Reajusto el plan y sigo.
d) Busco una solución inmediata para avanzar.

5. Mi relación con el tiempo es…

a) Flexible, expansiva.
b) Dependiente de mi estado emocional.
c) Organizada según prioridades.
d) Intensa: lo quiero ya.

6. Cuando trabajo bajo presión…

a) Se me ocurren ideas inesperadas.
b) Puedo bloquearme si la energía no me gusta.
c) Sigo el plan que tracé.
d) Me enciendo y tomo control.

7. Al recibir retroalimentación…

a) La analizo y la conecto con mis ideas.
b) La siento profundamente, sea buena o no.
c) La uso para ajustar el proceso.
d) La transformo en acción rápido.

8. Mi forma de aprender es…

a) Conceptual: necesito entender el por qué.
b) Sensorial/emocional: necesito resonar.
c) Práctica: necesito aplicarlo.
d) Dinámica: necesito movimiento y reto.

9. En los equipos, suelo ser…

a) Quien aporta visión y nuevas perspectivas.
b) Quien cuida la armonía y la profundidad.
c) Quien trae orden y estabilidad.
d) Quien toma la delantera y activa al grupo.

10. Cuando algo no me sale a la primera…

a) Cambio el enfoque.
b) Me pregunto cómo me hace sentir.
c) Reviso el método.
d) Lo vuelvo a intentar con más fuerza.

11. En mis espacios personales, prefiero…

a) Cosas ligeras, inspiradoras, abiertas.
b) Objetos que transmitan calma y belleza.
c) Orden, funcionalidad y durabilidad.
d) Elementos que me den energía o intensidad.

12. Cuando imagino mi mejor versión profesional…

a) Creando ideas o estrategias innovadoras.
b) Guiando o transformando a otros desde lo humano.
c) Construyendo sistemas, procesos o estructuras.
d) Liderando, moviendo, dirigiendo.


Y ahora…
¡Vamos a los resultados!

Diciembre 2024

Video: Sum Of Talents

Yo soy_______

Imagen: biblioteca de medios Sum Of Talents

Cuéntame: ¿Qué fue lo primero que vino a tu mente? ¿Tu nombre? ¿Quizá tu actividad profesional? O una característica de tu personalidad…

Es interesante la forma en la que cada uno completamos esta oración. Depende de muchos factores la respuesta que damos y sin embargo, desde mi perspectiva, aquí y ahora, yo diría que eres un talento.

Sea lo que sea a lo que te dediques, la edad que tengas y dónde te encuentres, sé que eres talentoso. Todos lo somos.

Algunos “descubren” su talento antes que otros y sin embargo, en el proceso, en el camino, todos vamos identificando nuestro talento: “Eso” que tenemos dentro, que se nos da con facilidad y que hacemos con naturalidad.

Y si por alguna razón aún no estás seguro de cuál es tu talento, cierra los ojos y siente en el fondo de tu corazón qué es lo que disfrutas hacer, qué es lo que te apasiona y a lo que podrías dedicarle horas y horas sin sentir que pasa el tiempo. Ese es tu talento.

Olvida las métricas económicas o sociales. El talento que tienes es el que te guía, el que te va abriendo paso y te va señalando el camino de una u otra forma.

Así que completa la oración:

Yo soy_________

Y dime quién eres, porque estoy segura de que detrás de la elección de tu actividad profesional, de trabajo o estudios, está tu talento y este espacio es para ti, porque la vida es una Suma de Talentos.

Celebra todos tus logros.

Cada paso es un avance.

Imagen: Pixabay

Durante las semanas recientes hicimos un ejercicio de observación y descubrimos algo muy interesante:

Sin importar LO BIEN que alguien haya hecho las cosas, lo primero que ve esa persona, es lo que no hizo, lo que le faltó.

Cada vez que alguien lograba algo y recibía una felicitación, un comentario positivo o un reconocimiento de un compañero de equipo, la respuesta era similar: «Gracias, pero le falto tal cosa» o «Gracias, se hizo lo que se pudo»

¿Te reconoces diciendo algo así?

¿Te ves detectando «lo que te faltó para que fuera perfecto»?

Pues bueno, esa modestia que nos inculcaron en todos lados: casa, escuela, jefes, etc. Es inútil si lo que quieres es fortalecerte como persona y como profesionista.

Lo he visto en mis equipos de trabajo. Paso a paso han ido aprendiendo a «dejar la modestia» a un lado y a aceptar ¡que son buenos en su trabajo!

Han aprendido a celebrar cada logro por pequeño que parezca y a reconocerse a sí mismos -primero por un instante y después de forma más constante- que son brillantes, que son buenos, que saben lo que hacen, ¡que son valiosos en el team, muy valiosos! Y por lo tanto, que son individuos muy valiosos.

Ya sea que trabajes en una organización o por tu cuenta, que estés pensando en cambiar de empleo, terminando la carrera, un diplomado o empezando a estudiar, reconoce tus logros. Siempre. Todos son importantes.

Por supuesto, hay unos más evidentes o impactantes que otros y sin embargo, esos que consideras «más importantes,» son la suma de todos los pequeños logros que fuiste cosechando paso a paso.

Somos seres orgánicos en constante evolución. Todos los días aprendemos algo, aplicamos algo de lo que aprendimos recientemente, tomamos decisiones, enfrentamos algún temor, resolvemos alguna preocupación que teníamos, empezamos un nuevo camino, buscamos alternativas, etc.

Todos los días están llenos de logros. Aprende a reconocerlos.

¿Y lo mejor de todo? Es más que suficiente con que tú te lo digas a ti mismo, con que tú lo veas.

Porque la opinión más importante, es la que tienes de ti mismo.

LVM / asesora de alineación para mejorar la productividad.

Cree en ti.

Pase lo que pase.

Imagen: Pixabay

Los cambios son la base de la evolución.

Para algun@s es más fácil que para otr@s, de acuerdo. Sin embargo, un cambio representa muchas cosas en nuestra vida y dependiendo del momento en el que nos encontremos, de la situación económica o emocional entre otras, algunas veces, no se percibe como «cambio» sino como «un derrumbe» que puede ser abrumador y paralizante.

Ya sea que hayas tenido que pasar por un proceso de liquidación en la empresa, que te hayas visto obligado a renunciar por temas personales, que el cambio de trabajo que creías un gran acierto no sea como lo esperabas o que el ritmo de ventas y clientes haya bajado… Es un cambio y hay que verlo como eso, como algo temporal porque así es y porque tu salud mental te lo va a agradecer.

Y en ese momento de transición, donde buscamos respuestas desesperadamente, donde quizá las cuentas se acumulan y los préstamos de amigos y familia se agotan, donde el envío de CV’s es literalmente una cascada de correos o se recorren las calles incansablemente buscando trabajo… Es entonces donde pase lo que pase tienes que CREER EN TI.

Cree en lo que sabes hacer, en tu experiencia, en la calidad de tus productos o servicios. Cree en tu fortaleza, en tu creatividad, en tu espíritu inquebrantable. Cree en que estás haciendo lo mejor que puedes con los elementos que tienes. Cree en que las puertas correctas se abrirán y que todo va a pasar.

Cree en ti. Pase lo que pase. Porque esta la prueba más grande a la que te estás enfrentando: A ti mismo.

Y cuando todo parece muy oscuro o complicado, dejar de creer en uno mismo es lo primero que sucede. Nos preguntamos qué hicimos mal, qué estamos haciendo mal, por qué no lo logramos, etc y en ese proceso, lo único que logramos es hacernos daño a nosotros mismos, lastimamos nuestra autoestima y con el correr de los días, vamos minando la confianza que nos tenemos y nos vamos debilitando.

Creer en nosotros mismos cuando se dan los cambios -por bruscos que sean- es el verdadero reto. Logrando eso, podemos lograr lo que sea.

Solo recuerda las veces que te has sentido segur@ y confiad@, las veces que pasaste todos los filtros para conquistar el puesto que querías o cuando te aceptaron el proyecto en el que tanto habías trabajado.

Piensa en eso, en lo que has hecho bien tantas y tantas veces y mírate en el espejo con orgullo y confianza en ti mism@. Ese es el principio de todo.

Y como dicen los mayores con su infinita sabiduría:

«Esto también va a pasar, tómalo con calma»

Recuerda esto: Tú eres el activo más importante con el que cuentas para lograr todos tus objetivos y creer en ti, forma parte importante de tu nivel de productividad.

LVM / Asesora de alineación para mejorar la productividad.

Cinco razones para dedicarte a hacer lo que te gusta.

Algunas veces, en un punto de la vida, nos preguntamos si vale la pena continuar con lo que estamos haciendo a nivel profesional o si es mejor detenernos y buscar otra cosa.

Hay quienes definen este momento del camino como un síntoma de agotamiento por llevar mucho tiempo haciendo lo mismo. Para otros, representa un llamado a hacer algo más con su vida y habemos otros que lo definimos como que es el momento en que hemos terminado un ciclo satisfactoriamente y se nos abre la puerta para reinventarnos.

Cabe mencionar que esta búsqueda de un cambio nada tiene que ver ni con edad, género, profesión o situación económico social. Es un tema emocional, una necesidad que tenemos y que algunos descubrimos y otros posiblemente no.

Así que pensando en ello, he aquí esas cinco razones para dedicarte a hacer lo que te gusta con base en mi experiencia 😉

  1. El tiempo que le dedicas es de calidad. Como es algo que te apasiona, no hay pesares ni sacrificios, disfrutas totalmente cada actividad.
  2. Te permite tener balance entre tu vida profesional y personal. Tú marcas el ritmo. Eres tu propio jefe, tú decides qué haces, cómo lo haces y cuándo lo haces. Estableces tus prioridades con mayor claridad: pareja, familia, tu proyecto, etc. Siempre tienes oportunidad de elegir y al dedicarte a hacer lo que te gusta, es mucho más fácil establecer prioridades.
  3. El retorno de inversión económico es seguro, por la pasión y la dedicación que le pones. No conozco a nadie que quiera dedicar su tiempo a un empleo, carrera, proyecto o negocio, con miras a fracasar. Así que eso es la mitad del camino, porque dedicándote a lo que te gusta, vas a buscar la forma de hacerlo bien y eso te da calidad y por ende, rentabilidad.
  4. Hay un ROI emocional que no tiene precio, porque es infinitamente más satisfactorio dedicarte a hacer lo que te gusta. Eres más creativo y siempre le ves el lado bueno a las situaciones. Enfrentas lo que se presente con buen ánimo, te enfocas en resolver y disfrutas el proceso. Los momentos difíciles son mucho más fáciles, porque te estás dedicando a lo que te gusta y nada te puede detener.
  5. Cada día tienes la oportunidad de ver tu sueño haciéndose realidad. Dejas de preguntarte que hubiera pasado si… o qué pasaría sí… porque lo ves suceder. Sabes que estás empezando o que vas a medio camino quizá y eso no es un problema, es una oportunidad. El camino se hace al andar -como dice la canción- y ves los frutos de tu sueño paso a paso.

24 febrero 2021

14 febrero 2021

#SM #SumOfTalents #Love #Life #Valentine’sDay